Hay que Ser Buenos Administradores.

Con el inicio de las campañas políticas se iniciaron las recolectas de fondos para financiar las mismas y desde el principio llama la atención las grandes cantidades de dinero que recaudan los candidatos de los partidos principales. A manera de ejemplo podemos mencionar los $283,820.00 en efectivo que recaudó el pre candidato a la gobernación por el P.N.P., Ricardo Rosselló, en donaciones anónimas y ventas de camisetas. Por su parte, el candidato por el P.P.D., David Bernier, celebró una cena en la cual el boleto tenía un costo de $500.00 por persona, con una expectativa de recaudo de $$35,000.00 en una sola actividad. Actividades que son características de las recaudaciones de fondos de los candidatos y donde las cantidades recaudadas son significativamente alta, si tenemos en consideración la crisis económica que están sufriendo los ciudadanos, entre los cuales están los miembros de la Iglesia.

Ante tales tipos de actividades es esencial que los miembros de la Iglesia mantengan claro que nuestra responsabilidad económica principal es con nuestras familias y el Reino del Señor. El cristiano no debe comprometer su presupuesto familiar, el diezmo ni las ofrendas para beneficiar a los candidatos y partidos. Primero porque es un mandato bíblico, y segundo, una vez los candidatos alcanzan sus objetivos hacen caso omiso al reclamo de la Iglesia. Los miembros de la Iglesia debemos ser buenos administradores de los bienes que se nos ha encomendados y debemos aprender a ser sabio y tener claros nuestras prioridades y obligaciones al momento de hacer donaciones de lo mucho o poco que tenemos que administrar.