Seamos Responsables Eligiendo.

El inicio de las campañas políticas trae la responsabilidad de evaluar a los candidatos, proceso que la Iglesia no debe limitar a las figuras principales o candidatos de más renombre en los partidos políticos, sino que debe evaluar con igual rigor a todo aspirante. La experiencia nos dice que, por la cultura política en Puerto Rico de votar por partidos, particularmente cuando hay un cambio de administración, como la que tendremos en las próximas elecciones, con la elección del candidato a la gobernación, comisionado residente y presidente de los cuerpos legislativos se eligen un sinnúmero de candidatos que aparecen en la papeleta que no necesariamente son los más idóneos para los intereses de nuestro Pueblo. De muchos de estos otros candidatos a posiciones regionales y municipales no son conocidas sus propuestas, si las tienen, independientes de la de los partidos bajos las insignias que se postulan. No obstante, de ser electos dichos candidatos serán parte de la maquinaria de los partidos que aprobarán legislación en favor o contra del pueblo cristiano.

Por tal razón la Iglesia debe darse a la tarea de conocer las posturas de todo candidato, independientemente del puesto a que aspire o de la proyección que alcance durante el periodo eleccionario, y ser selectivo con su voto. Los miembros de la Iglesia deben anteponer los principios que nos distinguen como cristianos a la filiación político partidista y no permitir con sus votos que continúe la práctica que personas sigan entrando a ocupar puestos políticos como resultado de “la ola” o maquinaria de los partidos sin tener una agenda de trabajo conocida y que sean cónsona con nuestros principios cristianos.