Pastores deben movilizar sus feligreses.

Si bien es cierto que entendemos que la movilización masiva de la Iglesia requiere de los pastores de cada iglesia para crear un ente con suficiente poder político para hacerse sentir y ser la diferencia en el futuro de Puerto Rico, no es menos cierto que para alcanzar tal objetivo cada pastor debe movilizar sus líderes y feligreses. Esto es, que cada pastor movilice los miembros de la comunidad que dirige y sus simpatizantes para que tenga un efecto acumulativo. El proceso de movilización de los cristianos a nivel local podría ser similar al utilizado por los partidos políticos para movilizar a sus seguidores y lograr su inscripción. Esto es, creando células, grupos o comités más pequeños, por localizaciones, dirigido por miembros de las distintas iglesias que lleven el mensaje de forma directa y personal. Así el mensaje se va esparciendo poco a poco, de forma personalizada, con el cual los miembros de las distintas iglesias se pueden identificar y con el tiempo, la idea y el movimiento crecerá, como ha crecido la propia Iglesia. Este proceso es uno que requiere esfuerzo y mucho trabajo para lograr cambiar la cultura política de la Iglesia.

Una vez logrado este cambio, entonces los líderes del movimiento a nivel nacional podrán hacer el llamado para la inscripción de un partido u organización que represente el poder político de la Iglesia. Pero para ello será necesario que tales líderes se muevan a buscar los endosos de los miembros de la Iglesia como lo hacen los partidos políticos y no esperar ni pretender que los miembros de la Iglesia se muevan a buscar las estructuras o líderes del movimiento. Y aunque haya quien pueda pensar que los cristianos, por ser miembros de la Iglesia deberían ser más militante, disciplinado y movilizarse con el llamado a los centros de inscripción del movimiento o partido cristiano, lo cierto es que la cultura política de los miembros de la Iglesia es la misma que los del mundo secular. El hecho de ser cristiano no los hace diferente en ese aspecto porque son producto de la misma cultura. Para lograr ese cambio se requiere de un proceso de educación y formación. A eso estamos llamado.